ReseÑando

Autora: Zuleika Pagán López

País: Puerto Rico

Libro: Bilis

Año: 2017

Serie Literatura Hoy

Editorial Instituto de Cultura Puertorriqueña

Contenido: 33 Poemas cortos

Género: Poesía

      El Tarot. La poeta. La vida misma. La otra vida. Los lectores. Bilis.  La poeta extiende una carta, entremezcla las otras ágilmente para contarnos una historia parecida a la que deseamos construir.  He aquí la bruja poeta construyendo un imperio propio, una solidez donde se es cómodo vivir.  La autora hace uso del erotismo, a conciencia; no hay mayor rebelión ante el sistema que el saberse dueña de su cuerpo, de su mundo.  Es la Sacerdotisa de su imaginario social.

heme aquí de piernas abiertas, ávida de fatalidad y aciago. no desfallezcas, no claudiques en la fruición vehemente de mi cáliz. no me engañas, no te engañes…

La Justicia

Te ofrezco la avellana de mi sexo, como aguja sobre el vinilo, para la última canción de tus exequias.

         La tarotista apalabrada de su verdad revisa el texto sagrado hasta desangrarlo, su poética recoge una declaración abierta, una voluntad donde Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik se concilian, un aire que recoge a las nuestras desde Angelamaría Dávila y enuncia a una Julia de Burgos sintetizada, todas ellas tejiendo una historia para alimentar a las hijas poetas, a las silenciadas que gritan entre cada palabra que Pagan López enuncia. No es la metáfora lo que evoca, es la construcción de una estética que nos brinda la esperanza de vivir en desacato y crear en paz. La poeta exige y advierte…

Kiss my name

            por todas las oes de los besos rotos

            de tildes en los cuerpos mutilados

            vals que nunca bailaré en plena gran vía

             por los celos del arte y el día de tu muerte

             cascabel en las pestañas del voyeur…

y termina…

             bendígame, madre

             de la purulenta bilis que los amantes destilan

Además, decide descender a ese lugar escogido para colgar a sus dioses con el nacimiento de El Sol…

            se colgó sobre la rama. me acaricio el cabello. besó mis pechos. esa niña de flores amarillas lamió el fuego de mi sexo. ofendió a los dioses. apasionada, cedió su cuello a la picota.

La autora vierte una bilis purificada hasta consagrarla en el testimonio de lo que el lector recibe.   Reconoce una sociedad llena de eufemismos y consciente de esto lo conserva para que estos puedan descansar, junto con ella y sus ancestras, las nuestras. 

             los eufemismos que me encuentro en el camino

            los guardo en la alforja que he de llevar

             a la fosa común que me designen

              de vez en cuando

             regaladle un mayo a mi número

     La poeta entreteje lúdicamente el tarot mientras entresaca esas otras miradas que se van deslizando por el filamento de los autores que nos oxigenan, entonces se detiene y le entrega una oda a Luis Rogelio Nogueras.

…tu historia ya no es tu historia

   Es el esbozo de confesiones ecuménicas que anota

                                                            [mi psiconalista     

       La poeta ha creado las reglas del juego, se ha convertido en su lector ideal, esa que es maleable a la magia vertiginosa que produce cada lanza, es una propuesta sagaz que pretende rumiar lo internalizado individual y colectivamente, va a lo íntimo desde la comunidad, como los secretos a voces que todas conocemos, como las historias de las vecinas de la plaza, el vox pópuli con diplomacia.  Así la autora se da a la tarea de rescatar una poética donde ella nunca tuvo que ser rescatada, ya lo hizo, antes de concebirla, parió su masa verbal y la muestra con el desdén y la valentía, dejando un regocijo amargo en el código genético de la memoria; bilis.